Por fin, después de dos años sin poder juntarnos, estas pascuas 2022 se podrán celebrar como siempre lo hemos hecho.
En Gata, estas fiestas siempre han sido de las preferidas por su gente. Las terrazas se llenan de amigos y amigas, las panaderías huelen a monas, la plaza de España se llena de turistas en busca de capazos de mimbre y artesanía local, la heladería artesanal del pueblo abre después del invierno y los parques se llenan de niños y niñas jugando aprovechando sus vacaciones.
¿Qué no puede faltar si vienes a pasar un día a Gata?
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Comprar una mona de pascua o “Pà Socarrat”
Las panaderías llevan días preparándolas y más vale que vayas pronto porque, ¡Puede que te quedes sin la tuya!
Esta delicia es un pan dulce que se cubre de azúcar. Sus ingredientes son la harina, huevos, azúcar, leche y levadura y la preparación requiere mucho mimo y paciencia. El resultado es un pan que puedes comer tanto con unas onzas de chocolate como mojando en café, leche o con lo que más te guste.
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Llevarte a casa un cesto o un capazo de mimbre típico de la zona.
Cuando llegues a la Plaza de España, enseguida entenderás por qué Gata es tan conocida. Sus tiendas de mimbre hacen que esta tradición del pueblo siga viva a día de hoy y siga atrayendo a miles de visitantes cada año.
En ellas encontrarás bolsos, alfombras, lámparas, muebles y todo tipo de decoración para tu hogar, en su mayoría elaborados con mimbre o esparto, ¡así que seguro que acabas picando con algo!
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¡Hora de comer!
En Gata, si algo hay, son bares y restaurantes. Para comer (o cenar) encontrarás mil y una opciones, podrás comer probando las tapas típicas acompañadas de unas cervezas, pedir un arroz a banda o una paella valenciana o si lo prefieres, carnes o pescados.
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Probar los helados de Ca El Tramusser, heladería artesanal.
Los inicios de la heladería artesana se remontan a los años 20. Cada año, el Domingo de Ramos abre de nuevo para alegría de todo el pueblo. Su especialidad es el “Agua-limón” y sus helados artesanos, elaborados con recetas ancestrales.
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Pasear por el Casco antiguo hasta llegar al Río Gorgos.
Mientras disfrutas de tu helado, puedes ir paseando por las calles de Gata. Siempre encontrarás gente charlando, sentada en una terraza o niños y niñas jugando en el parque. La iglesia se encuentra a pocos pasos y también el río que pasa por el centro y que lleva el nombre del pueblo. Este suele ir sin agua casi todo el año y, si llueve mucho alguna vez en invierno y baja, ¡Es un espectáculo para todos!
Si sigues caminando, podrás bajar e ir paseando por su lado. Encontrarás bonitos paseos rodeados de naturaleza y de fácil acceso para toda la familia.
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Comprar un sombrero.
Para finalizar el día, ¿Qué mejor que llevarte a casa uno de los artículos más tradicionales del pueblo? Gata es la cuna de la artesanía local y, junto a la fabricación de capazos y cestas de mimbre, las fábricas de sombreros son otro emblema de nuestro pueblo.
Cuenta con numerosas fábricas que hoy en día exportan a todo el mundo. Algunas de ellas cuentan con tienda física por lo que no puedes dejar de visitar una y hacerte con el complemento de moda.
¿Qué te ha parecido el plan? ¿Nos vemos en Gata estas Pascuas?