La Plaza de España de Gata de Gorgos es uno de los rincones más conocidos de la Marina Alta. Por delante de ella transcurre la carretera Nacional 332, de modo que miles de personas pasan a diario por este lugar tan importante para la economía local.
Si algo caracteriza al pueblo es la artesanía que, durante muchos años, marcó la forma de vivir gracias a todas las fábricas que había. Llegó a tener 10 fábricas de sombreros, dos de guitarras, siete de bolsos o una de muebles entre muchas más.
No puedes perderte el escaparate de tiendas de palma y mimbre de la carretera como el de Artesanía Maruja o Montserrat. En los años 50 y 60, la entrada al pueblo era todo un espectáculo, repleta de tiendas de mimbre a cada lado con todos los bolsos, sombreros y capazos colgados en sus ventanas o repartidos por sus portales.
Hoy en día sigue siéndolo, con su misma esencia y sus mismos productos artesanales. Más que una plaza, es un centro comercial al aire libre que sigue atrayendo a miles de turistas cada año en busca de los productos artesanos.
También encontrarás bares y restaurantes, venta de vinos, uva pasa, cavas y otros productos relacionados con la tierra como El Celler de La Marina.
Hablamos con Ángeles Guillem, tendera de la plaza. Nos comenta que “El mimbre y el esparto han dado de comer a muchas familias”. Y lo cierto es que Gata ha adquirido cierto renombre gracias a las numerosas familias que se han dedicado a la artesanía a lo largo de los años.
Ángeles, que antes vivía en Valencia, llegó al pueblo en el 2009 atraída por una imagen imborrable: la de la plaza de España cuando sus padres paraban para comprar en las tiendas abarrotadas de género y de clientes. Ella estuvo del 2009 al 2011 trabajando en otra tienda de la plaza, al quedarse en paro decidió abrir un negocio en el lugar. “Queríamos abrirlo aquí porque nos atraía la tradición de Gata y vimos que este era un sitio ideal”. Para ella es un privilegio que el local esté a pies de la carretera porque “no tienes que ir a buscar clientes, pasan por delante a todas horas”. Desde su punto de vista, “esta ubicación es como estar al lado del Corte Inglés en Valencia.” Incluso, afirma que “hay quienes recorren 60-70 kilómetros para venir y lo que buscan es el producto de aquí”.
La tienda en la que vende productos nacionales, especialmente de la zona, se llama Reciclaje Decoración. Los capazos, jarapas (alfombras hechas a base de restos de telas), objetos de decoración, sombreros y bisutería los compra a distribuidores de la comarca.
Según relata, hasta el lugar se acercan turistas de distintas nacionalidades, sobre todo franceses e ingleses que viven en la zona o holandeses y alemanes de todas las edades. “Me sigue sorprendiendo aún lo de quienes veranean en Benidorm y otras localidades de la zona y vienen hasta aquí a propósito”.
Puede que la explicación esté en que el acercamiento a la plaza, para quien no es de Gata, resulta toda una experiencia. Visitar sus tiendas ayuda mucho a conocer el pasado y el presente de un pueblo volcado en la artesanía y la actividad comercial desde tiempos inmemoriales.