Que en Gata lo típico sean las compras no es nada raro, porque en cuanto llegas te enamoras de la artesanía y de la tradición que desprende esta localidad. Gata de Gorgos cuenta con una ubicación espectacular ya que está cerquita tanto del mar como de la montaña y se convierte en un destino ideal para pasar un día de tus vacaciones.
En Gata #LoTípic es comprar con los 5 sentidos
Hay pueblos que enamoran, pueblos que te atraen en cuanto llegas a ellos. Es el caso de Gata. Este municipio está ubicado muy cerca de otras localidades costeras de gran afluencia como Jávea, Denia o Moraira, y te llegará al corazón. Es un rinconcito perfecto para realizar compras con encanto, ese encanto que se consigue a través de la tradición y la proximidad que desprenden los comercios de toda la vida. Comprarás con los cinco sentidos y te explicaremos cómo.
VISTA
Seguro que más de una vez cuando vas de compras, desearías ver menos coches circulando y menos personas. En ocasiones necesitamos que nuestros ojos descansen y se relajen, es decir, que se enfoquen en cosas sencillas. Hoy en día, la sobrecarga de estímulos hace que no disfrutemos de pequeños detalles o simplemente que no encontremos lo que buscamos porque vemos demasiados productos. En Gata, verás muchas cosas bonitas. Y lo harás en cuanto llegues porque tu vista se relajará. Puedes acercarte a la Plaza de España y desmenuzar con tus ojos las piezas de artesanía, como un sombrero de paja o un mueble de mimbre. Verás los diferentes tonos de verde que nos regala el cauce del Río Gorgos. Verás personas saludándose por la calle y terrazas ideales en las que tomarte un descanso y refrescarte. Ven un día a Gata y echa un vistazo. Tus ojos te lo agradecerán.
OÍDO
No es lo mismo pasear por las calles e ir de compras con una gran carga de contaminación acústica que caminar con la melodía de los pájaros. Gata se encuentra integrada en la naturaleza y por ello sus ruidos diarios son más que asequibles. Son hasta agradables, porque cuando hace viento, se oye el viento. Cuando llueve, escuchas llover. Y cuando vas a un comercio, te escuchan a ti. La proximidad del pequeño comercio y el trato personalizado lo hacen posible.
TACTO
Cuando estamos de compras, tendemos a tocar los productos… Es como si nuestras manos tuvieran que aprobar lo que nuestros ojos ya desean. Pues bien, en Gata querrás tocarlo todo. No podrás dejar pasar la oportunidad de sostener en tus manos un cucurucho de helado artesanal o coger una “coca” típica.
Querrás conocer el tacto de muchísimos productos decorativos que te encantarán para tu hogar o llenar tus dedos con joyas únicas.
OLFATO
Cuando llegues a Gata y pasees por sus calles, sentirás el aroma de pan recién hecho. Cada horno guarda sus fórmulas ancestrales para realizar su pan y sus dulces típicos. Y hay nada comparable con las recetas de toda la vida elaboradas en los hornos de Gata con mimo y productos de máxima calidad. Al igual pasa con las carnicerías, cada casa le da un toque personal a sus embutidos. Aunque diferentes, son todos riquísimos y no solo deleitarán tu olfato, también te trasportarán a otro tiempo.
GUSTO
Los restaurantes y bares en Gata llevan el sello “slowlife”. Aquí, más que comer, se vive una experiencia gastronómica. Ven a conocer el sabor de un buen almuerzo en el pueblo, con su plato de aceitunas y su buen bocadillo, o una “picaeta” en las terrazas, con tapas típicas de la zona. Si lo que prefieres es quedarte a comer o cenar, encontrarás restaurantes con comida casera dispuestos a deleitar tus papilas gustativas.