En Gata sabemos comer, de eso no hay duda. Nuestros platos típicos están cargados de tradición y sus aromas nos traen recuerdos de nuestros antepasados, que fueron pasando las recetas de generación en generación. Hoy os traemos 3 tesoros gastronómicos de Gata que no puedes perderte si vienes de visita.

 

 

Pa Socarrat

El Pa Socarrat es un pan dulce típico cubierto de azúcar, que se puede comer sólo o mojado en café con leche, chocolate o lo que más guste. Si vienes un día a Gata, no puedes dejar de probarlo. Es perfecto para el desayuno o la merienda y su sabor es inconfundible. Los ingredientes para elaborarlo son harina, huevos, azúcar, leche y levadura, entre otros. El encanto del Pa Socarrat está en su cuidada elaboración artesanal, con recetas ancestrales que han ido pasando de generación en generación.

Todos y cada uno de los hornos de Gata elaboran sus productos con mimo y dejan su sello en cada uno de ellos. Los utensilios y hornos que utilizan suelen ser los mismos que ya utilizaban sus padres, abuelos… Y aún los hace más especiales. Esta masa, cuyo amasado lleva mucho trabajo, requiere de varias horas de reposo antes de meterla en el horno. Su sabor es muy dulce, con el interior blanco y esponjoso, y una capa exterior oscura y tostada, de ahí su nombre.

En Semana Santa y Pascua, es muy típico en toda la geografía valenciana, aunque en Gata nos gusta tanto que lo disfrutamos todo el año.

Las cocas

La coca es una de las expresiones gastronómicas más memorables de Gata, es una cocina que ha sabido hacer de la necesidad y de la escasez su mejor virtud para convertirse en un lujo para el paladar. Hay muchas recetas para hacer la coca, pero la base es siempre la misma: harina, levadura, agua, aceite y sal fina. Se trata, generalmente, de tortas redondas de unos 5 a 10 centímetros. La masa es fina, esponjosa, con un extraordinario aroma a leña si se ha preparado en el horno de leña, sobre la que se colocan diferentes ingredientes. Si la haces en el horno de casa también quedan geniales y buenísimas.

Las cocas más típicas son las de mullador (pimiento, tomate y berenjena), coca de cebolla y guisantes, la de hierbas (hierbas del campo que son recolectadas el mismo día), la de cebolla, de tomate, de espinacas o acelgas, la coca de aceite (sólo con un chorro de aceite de oliva y anchoa). Suelen acompañarse de embutido o salazones.

Las cocas son un plato social. El día que se come cocas toda la familia queda por hacerlas. Hay que tostar las verduras al horno, pelarlas y prepararlas para hacer el mullador, cocinar la cebolla hasta que se caramelice, los guisantes, incluso ir a hacer hierbas antes de hacer la masa. Después todos juntos amasan y llenan las tortas. Las ponen al horno y sólo hay que esperar a que se hagan. Si es un horno de leña en 4-5 minutos con buena brasa ya están hechas, en un horno normal, de luz, suele tardar unos 15 minutos.

La mistela

La mistela es un vino de licor procedente de la uva moscatel, una uva muy madura y soleada que habita en nuestros campos. Es muy típico que después de las comidas o cenas, la gente se tome una copita de este licor dulce con unos hielos para acompañar la sobremesa.

Cuando llega la temporada de la recogida de uva y se trae del campo, esta se limpia y se separa con mucho mimo. “Estisorar” es limpiar la uva, quitar los granos más pequeños o que deslucen el racimo que más tarde se distribuirá por el resto del país. Pero estos granos restantes no se desaprovechan… Se destinan a la elaboración de este licor de aroma delicado y sabor delicioso.

No tendrás problema de encontrarla en cualquier restaurante o bar de Gata, sólo pídela y te la servirán. También puedes adquirirla en El Celler de La Marina, bodega muy completa en la que también encontrarás productos de la tierra como aceites, vinos, mermeladas… y muchas cosas más.

 

¿Has probado alguno de estos manjares valenciano? ¿Cuál es tu favorito? ¡Cuéntanos!